Argentina rumbo al toque de queda nocturno

El Gobierno argentino publicará un Decreto de Necesidad y Urgencia para que se cierren los bares y restaurantes de noche. Quiere limitar el transporte y toda la circulación nocturna, pero la administración porteña intenta que eso no ocurra en la Ciudad. El Gobierno espera definir las directrices para las jurisdicciones más afectadas antes del viernes, cuando vence el DNU que extendió el DISPO. Se oficializará este mismo jueves, según confirmaron cerca del presidente Alberto Fernández, que permanece aislado en Olivos.

Algunas medidas serán de carácter obligatorio; otras serán recomendaciones. Entre las primeras se contaría el cierre a la circulación nocturna, aunque la franja horaria quedaría, dentro de un margen, a criterio de cada jurisdicción. Se limitarán las reuniones sociales y se avanzará en el cierre de locales gastronómicos y bares. Había dudas sobre si estaría habilitada la circulación nocturna en el AMBA y en los distritos más complicados. Los delegados del jefe de Gobierno en la Rosada se opusieron enfáticamente.

Fuentes cercanas a los protagonistas de la reunión confirmaron que el Gobierno limitaría a las jurisdicciones que figuran en el semáforo rojo del Ejecutivo, un criterio que genera alguna resistencia en la Ciudad. La discusión central pasa por si el cierre de locales gastronómicos y nocturnos serán desde las 24 hasta las 6 o a partir de las 22. En Nación ampliaban que la prohibición podría ser a la circulación nocturna completa. Es decir: evalúan restringir al máximo la movilidad entre esas horas. Los espectáculos culturales también volverían a suspenderse.

En la Ciudad esperan que el Gobierno argentino confirme el contenido del DNU para expresarse. La Ciudad se opone, «vamos a manifestar nuestro desacuerdo, pero nosotros mientras estén vigentes las normas las vamos a cumplir». La mano derecha de Axel Kicillof, Carlos Bianco; y el viceministro de Salud de la Provincia, Nicolás Kreplak; propusieron un paquete de disposiciones fuertes -cierre nocturno, reducción de transporte y actividades recreativas- durante 2 semanas en las que proyectan vacunar a los 2.250.000 bonaerenses de riesgo, que aún no fueron inoculados.

Existe consenso alrededor del transporte público. No hay voluntad en ninguna de las tres jurisdicciones en eliminar los trenes, subtes y colectivos para que se transporten los trabajadores esenciales. Los controles se reforzarán y estarán a cargo del ministerio de Seguridad y de las jurisdicciones. El jefe de gabinete y el ministro de Salud de la Ciudad se reunían por la tarde y de urgencia con la mesa chica de Rodríguez Larreta para ponerlos al tanto del encuentro y relevar la situación sanitaria y política. «No estamos de acuerdo con el horario de las 22 y con el toque de queda», señalaron cerca del jefe de Gobierno, que este martes no se comunicó ni con el Presidente ni con el gobernador bonaerense.

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